
Vivimos rodeados de estrés y de cosas no tan saludables que dañan nuestro cuerpo, entre ellos la salud de nuestro cutis. Te decimos cuales son los 10 malos hábitos que destruyen la piel de tu rostro.

2.- Picarse la cara: Seguro la voz de tu abuelita resuena en tu cabeza "¡Déjate la cara!", "¡Te van a quedar marcas!" ... y si, toda la razón, por mucha tentación que te de, no te toques las espinillas o los barros que te salgan, no solo porque puedes dejarte una marca de por vida, sino que además corres el riesgo de provocarte una infección y si es sobre el área de la nariz hasta la frente puede ser una infección severa que termine entrando al torrente sanguíneo y afecte a las partes cercanas como los ojos o el cerebro. No solo te ves mal exprimiendo la cara, es peligroso y admítelo, ese asunto jamás termina bien.


7.- Dormir poco: Un estudio reciente asegura que el dormir muy poco evita que el ciclo celular diario se lleve a cabo completamente, lo que provoca debilitamientos en la barrera cutánea, se interrumpa la protección natural contra agentes externos. Además provoca unas horribles ojeras

8.- No tomar suficiente agua: El agua ayuda a limpiar tu organismo y libera tu piel de todas las toxinas que favorecen el envejecimiento y la aparición de imperfecciones, por eso es recomendable que comiences a tomar por lo menos 1 litro de agua por cada 25 kilos de peso al día, dentro de poco te sorprenderán los resultados.
9.- Exfoliarse demasiado: La exfoliación debe ser como mucho 2 veces por semana, ya que otra forma, barremos con las células nuevas y dañamos la dermis. No es necesario exfoliarse cada día, una buena rutina diaria es suficiente para mantener la piel limpia.
10.- No elegir la crema adecuada: Cada tipo de piel requiere cuidados diferentes. No es lo mismo tener una piel de 25 años, seca que tener una de 50 grasosa. Entonces, elige bien antes de comprar y si no sabes cual te conviene más, pregunta a la persona encargada de distribuir estos productos.
Evitar estos 10 malos hábitos, te ayudarán a tener una piel más sana y por lo tanto más hermosa.